Estos cuentos fueron
escritos por la escritora J.K Rowling ,
Al principio solo
eran nombrados en los libros de Harry potter, solo supimos la historia de
''El cuento de los
tres Hermanos''.
Cuándo nos conto el
origen de las Reliquias de la Muerte.
Gracías Att// María.
El Mago y la Olla Saltarina
Cuenta
la historia de un anciano mago que se ayudaba de su caldero para beneficiar a
sus vecinos muggles con pociones y antídotos.
Al
morir a una edad avanzada, le dejó todo a su hijo, quien en vez de ser generoso
como él, era egoísta y caprichoso. Él no tardó en descubrir el caldero, que en
su interior escondía una sóla zapatilla y la nota de su padre: "Es mi
esperanza, hijo mío, que nunca necesites esto". A partir de aquí todo
empieza a ir mal...
Enfadado
porque toda su herencia es un aburrido caldero y totalmente indiferente con los
muggles, el hijo dio la espalda al pueblo, cerrando la puerta a sus vecinos.
Primero llega una anciana cuya nieta está plagada de verrugas. Cuando el mago
le cierra la puerta, escucha un repentino ruido en la cocina. Al caldero de su
padre le ha surgido un pie (de cinco dedos, para los curiosos) y también está
cubierto de verrugas. Desde ese momento, al mago no le funciona ningún hechizo
y el caldero saltarín le persigue allá a donde vaya.
Al día
siguiente, el hijo abre su puerta a un anciano que busca su burro. Si no lo
encuentra, no podrá llevar mercancías al pueblo y su familia morirá de hambre.
El hijo vuelve a cerrar la puerta al vecino, ignorándole. Pero ahora el caldero
vuelve a cambiar y además del pie y las verrugas, rebuzna como si se un burro
se tratara, además de gemir por el hambre.
Siguiendo
con la historia, el hijo sigue recibiendo la visita de vecinos. Viendo que el
caldero sólo empeoraba mientras él se resignaba a ayudar a los muggles,
finalmente cambió y llamó a todo el vecindario para ayudarles. Uno por uno, los
cura de sus males y poco a poco el caldero se va vaciando. Al final, el caldero
arroja la misteriosa zapatilla que encaja perfectamente en su pie. Una vez el
mago se la pone, los dos caminan (y saltan) hasta un nuevo amanecer.
La Fuente de la Justa Fortuna
Existe
un jardín encantado, cerrado y protegido por "magia poderosa". Una
vez al año, un "desafortunado" tiene la oportunidad de entrar y
bañarse en la Fuente para conseguir "la justa fortuna para siempre".
Conscientes
de lo mucho que puede ayudarles, gente desgraciada (con y sin poderes) se
agolpa a los alrededores del jardín en el día más largo del año. Tres brujas se
conocen y se cuentan sus lamentables historias. La primera, Asha, tiene
"una enfermedad que ningún Sanador puede curar". Confía en que la
Fuente pueda devolverle la salud.
La
segunda es Altheda, quien fue saqueada y humillada por un hechicero. Espera de
la Fuente que le quite sus sentimientos de impotencia y la pobreza.
La
tercera bruja es Amata, que fue abandonada por su amado y desea que la Fuente
le cure su "dolor y soledad". ¿Quién de las tres debe ganar? Lejos de
querer competir, las tres deciden unir sus esfuerzos para entrar todas al
jardín y bañarse en la Fuente. Entonces, unas enredaderas emergen del jardín y
cubren a Asha, la primera bruja. Ella agarra a Altheda, quien también se sujeta
a Amata. Pero Amata abraza la armadura de un caballero, y los cuatro entran al
jardín.
Como
sólo uno de ellos podrá bañarse en la Fuente, las dos primeras brujas reprochan
a Amata el haber incluido un cuarto competidor, el caballero. Él es un muggle
(los cuentos no usan esta palabra, pero se dice que no tiene magia) y se hace
llamar Sir Sinsuerte. Cuando decide abandonar el jardín, Amata le pide que se
quede y se sume al grupo.
En el
camino hasta la Fuente se enfrentan a tres retos: el primero es un monstruoso
gusano blanco, hinchado y ciego. Les exige una "prueba de su dolor".
Después de intentar atacarlo con magia inutilmente, las lágrimas de frustración
de Asha finalmente satisfacen a la criatura, y los cuatro pueden seguir con su
camino.
A
continuación se topan con una inclinada ladera que les exige pagar el
"fruto de sus labores". Después de emplear horas y horas intentando
escalarla, los ánimos de Altheda a sus amigos (precisamente el sudor de su
frente) les permite seguir el paso. Finalmente, se encuentran con un riachuelo
para el que necesitan "el tesoro de su pasado". Es inútil intentar
flotar o nadar a través, hasta que Amata usa su varita para extraer los
recuerdos del amor que le abandonó y los arroja al agua (¡como con el
Pensadero, exacto!). Unas piedras para pasar emergen del río y los cuatro
pueden cruzar hasta la Fuente, donde deben decidir quién se bañará.
Asha se
viene abajo, dolida por su enfermedad. Está cerca de la muerte. Está tan mal
que no puede ni llegar a la Fuente, y pide a sus tres amigos que vayan sin
ella. Altheda hace rápidamente una poción para revivirla, curándola de su
enfermedad de inmediato, por lo que ya no necesita bañarse en la Fuente.
Al
curar a Asha, Altheda descubre sus habilidades para la curación y que puede
ganar dinero curando a otros, por lo que ya no necesita la Fuente. La tercera,
Amata, después de arrojar sus malos recuerdos al río ya no siente nada por su
antiguo amor y le ofrece a Sir Sinsuerte la Fuente como recompensa por su
valentía. El caballero se sorprende de su propia suerte y se mete en la Fuente
con su armadura oxidada. Se arrodilla ante Amata y le pide su mano y corazón.
Cada
bruja ha cumplido su sueño. La primera bruja ha curado su enfermedad. La
segunda, ha encontrado la forma de resolver su pobreza. Amata por fin encuentra
un hombre suficientemente bueno para ella, el caballero. Todos están felices.
Lo que
los cuatro no saben es que la Fuente no tenía ningún poder. Fueron ellos mismos
quienes lograron curarse y salvarse. En eso consiste la Fuente de la Justa
Fortuna.
El Corazón Peludo del Warlock
Según
la crítica de Amazon, este es el más terrorífico de Los Cuentos de Beedle el
Bardo. No hay escenas cómicas ni viajes de aventureros, simplemente las sombras
del alma de un mago.
Todo
comienza con un joven mago rico, habilidoso y atractivo, a quien le avergüenzan
las tonterías de sus amigos cuando caen enamorados. Está tan convencido de que
él no quiere caer en la misma locura que emplea artes oscuras para evitar
enamorarse algún día. Es un cuento que pretende concienciar a los niños magos
sobre el uso tenebroso de la magia
Su
familia, que no sabe los métodos que ha usado el joven para protegerse del
amor, bromean sobre sus esquivos a conocer a cualquier bella joven. Él crece
orgulloso, convencido de su inteligencia e impresionado de su poder para ser
completamente indiferente a los sentimientos. El tiempo pasa y el mago ve a sus
amigos casarse y formar sus propias familias, pero él se convence más todavía
de su renuncia.
Al
morir sus padres no se entristece, sino que se siente extrañamente
"bendecido" por sus muertes. El joven se traslada a la casa heredada
y lleva su "mayor tesoro" a la mazmorra. El mago se siente engañado
al escuchar una conversación chismosa entre dos sirvientes, uno sintiendo
lástima por él y el otro bromeando sobre que todavía no tenga esposa. Entonces
decide "tomar una mujer", la más guapa, saludable y talentosa, y
convertirse así en la "envidia de todos los demás".
Justo
el día siguiente conoce a la bruja que busca. La considera un tesoro y la
persuade para que crea que es un hombre cambiado. Ella se siente a la vez
fascinada y repelida, pero acepta asistir a un banquete en su castillo.
En la
cena, él la corteja. Ella responde que sólo le querría si le demostrase que
tiene un corazón. Entonces él la lleva hasta la mazmorra, donde le revela un
mágico ataúd de cristal, donde reposa su propio corazón latiendo.
La
bruja queda horrorizada por la visión del corazón, el cual se ha vuelto peludo
al salir del cuerpo y le pide al joven que se lo vuelva a poner. Sabiendo que
eso convencerá a la chica, el warlock se abre el pecho con la varita y se
coloca el corazón. Creyendo que él podrá enamorarse ahora, ella le abraza y el
horrible corazón se "perfora" por la belleza de su piel y el olor de
su cabello. El corazón se ha vuelto extraño al desconectarse de su cuerpo por
tanto tiempo, y vuelto ciego y perverso se vuelve salvaje.
En esos
momentos, los invitados del banquete que están en el nivel superior se
preguntan qué ha sucedido con ellos. Al cabo de unas horas y tras buscar por
todo el castillo, los encuentran en la mazmorra. En el suelo descansa la joven,
muerta, con su pecho abierto. Agachado a su lado está el "warlock
enloquecido", acariciando y lamiendo su corazón escarlata todavía
brillante y planeando cambiárselo por el suyo. Su corazón se ha vuelto fuerte y
se niega a abandonar el cuerpo. El joven, que jura que nunca será manejado por
su corazón, empuña una daga y se lo corta, haciéndole sentir la victoria por
momentos con un corazón en cada mano antes de caer al suelo y morir.
Babbitty Rabbitty y su tocón carcajeante
Como
muchos cuentos, el de Babbitty Rabbitty sucede hace muchos, muchos años en un
lugar muy lejano. Un rey tonto y codicioso quiere conseguir toda la magia para
sí mismo, pero tiene dos problemas: primero, necesita capturar a todas las
brujas y magos existentes; segundo, no sabe hacer magia.
Anunciando
la "Brigada de Cazadores de Brujas" con un grupo de fieros perros
negros, también solicita un "Instructor de Magia" (lo cuál no es muy
inteligente, pero ya hemos advertido que el rey era tonto). Por supuesto, la
gente mágica se esconde ante la llamada pero un astuto charlatán muggle
consigue el puesto con simples trucos de magia.
Una vez
instalado como hechicero de cabecera e instructor privado del rey, el charlatán
exige oro para sus objetos mágicos, rubíes para crear encantamientos y copas de
plata para pociones. Se los lleva todos a su propia casa pero no se percata de
que la vieja lavandera del rey, Babbitty, le ha visto. Ella ve como corta
ramitas de un árbol que más tarde muestra al rey como varitas. Con astucia, le
dice al monarca que no funcionarán hasta que "su Majestad esté preparado
para ello".
Todos
los días el charlatán y el rey practican su "magia". Una vez escuchan
risas y descubren a Babbitty Rabbitty mirándoles desde su cabaña, riendo tan
grotescamente que apenas puede mantenerse en pie. El rey se siente humillado,
furioso e impaciente, y exige una demostración de magia al día siguiente frente
a sus súbditos. El desesperado charlatán le dice que es imposible ya que tiene
que abandonar el reino para un largo viaje, pero el rey, que ahora sospecha, le
amenaza con enviarle la Brigada detrás.
El rey
advierte que si alguien se ríe de él durante la demostración, mandará decapitar
al charlatán. Siendo consciente del peligro que corre, el charlatán corre a la
casa de Babbitty. Desde la ventana, observa a la pequeña anciana sentada en su
mesa mientras limpia su varita, mientras los cacharros se lavan solos.
Tratándose de una bruja, y siendo a la vez el origen y solución de sus
problemas, le exige ayuda o de lo contrario le amenaza con la Brigada.
Babbitty
no se deja asustar por el charlatán y acepta hacer todo lo que esté en su poder
para ayudar. Planean que ella se esconda en un arbusto durante la exhibición de
magia del rey y así pueda hacer los hechizos por él. Babbitty acepta, pero le
pregunta qué ocurrirá si el rey intenta hacer un hechizo imposible. El
charlatán responde que la magia es más poderosa que lo que pueda soñar
cualquier ingenuo, y que no se preocupe por ello.
A la
mañana siguiente, los miembros de la corte se reúnen para ser testigos de la
magia del rey. Desde una plataforma, realizan el primer acto de magia: hacer
desaparecer el sombrero de una mujer. Todos quedan sorprendidos, ignorando que
el hechizo proviene en realidad de Babbitty, escondida.
El
siguiente reto lleva al rey a hacer levitar a su caballo. Babbitty lo logra con
éxito, y el rey es aplaudido. Mientras busca un reto mayor, el Capitán de la
Brigada le interrumpe trayendo el cuerpo de uno de los perros sabuesos del rey,
que ha muerto al ingerir una seta venenosa. Le pide al rey que lo
"devuelva a la vida". Llega el problema.
El rey
apunta al perro muerto con su ramita y nada sucede. Babbitty ni siquiera
intenta realizar el hechizo, pues sabe que ninguna magia puede devolver de la
muerte. El público empieza a reír al sospechar que los otros dos hechizos han
sido trucos, lo cuál enfurece al rey.
Al
pedir explicaciones al charlatán, este señala al arbusto y dice que hay una
bruja que intercepta los hechizos. Babbitty escapa y cuando los Cazadores de
Brujas envían a los perros tras de ella, desaparece, dejando a los animales
"ladrando y escarbando" en la base de un viejo árbol.
Desesperado,
el charlatán grita que la bruja se ha transformado en un manzano silvestre.
Temeroso de que Babbitty vuelva a su forma de mujer y le acuse de la farsa,
pide que el árbol sea cortado, porque así es como "se trata a las brujas
malvadas". El árbol es cortado y todos aplauden, pero entonces se escucha
una profunda carcajada proveniente del tocón, la parte del árbol que ha quedado
enganchada a la tierra. Babbitty grita que las brujas y magos no pueden morir
por ser cortados por la mitad, y para probarlo, sugiere partir en dos al
instructor del rey. Es en este momento cuando el charlatán pide clemencia y
confiesa. Le envían a la mazmorra, pero Babbitty todavía no ha terminado con su
humillación al rey. Su voz todavía suena desde el tocón y asegura que las
acciones del monarca han provocado una maldición sobre el reino. Cada vez que
hiera a un mago o bruja, sufrirá un daño tan terrible que deseará morir. El rey
está desesperado y de rodillas, le promete que protegerá a toda la gente
mágica, incluso permitiéndoles hacer hechizos.
El
tocón vuelve a reír y exige una estatua a Babbitty para recordarle al rey su
propia estupidez. El rey le promete que mandará que esculpan una estatua en oro
y vuelve al castillo. Al final, un conejo rechoncho y viejo con una varita
entre los dientes sale de un agujero entre las raíces del tocón y abandona el
reino. La estatua de oro se colocó donde antes estaba el árbol y las brujas y
magos no volvieron a sufrir persecuciones jamás.
El Cuento de los Tres Hermanos
Narra
la historia de tres hermanos que al encontrarse en el crepúsculo (en la versión
de la Señora Weasley es medianoche) con un río demasiado peligroso, hicieron
aparecer con sus varitas un puente. La Muerte, sorprendida por haber esquivado
su mortífero destino, les concedió un premio a cada uno de ellos: el primero,
combativo, eligió una varita que siempre ganase en los duelos. La Muerte le
hizo una varita con un saúco que descansaba en el río.
El
segundo de los hermanos, que era un hombre arrogante, quiso humillar a la
Muerte. Le pidió el poder para llamar a los muertos, y la Muerte le entregó una
piedra de la orilla tan poderosa que podía hacer regresar a los muertos.
El
tercero de los hermanos, modesto y coherente, no confiaba en la Muerte y por
eso le pidió un objeto con el que pudiese esconderse de ella. La Muerte le
entregó su propia Capa de Invisibilidad.
Cuando
cada uno de los hermanos tuvo su propia reliquia, tomaron caminos distintos. El
primero de ellos llegó a un pueblo una semana o más después, retando a duelo a
un mago con el que había discutido y matándole después. Por la noche se regodeó
en una taberna cercana, y otro mago le escuchó. Por la noche, mientras dormía,
le robó la varita y le mató. La Muerte se lo llevó consigo.
El
segundo hermano viajó hasta su casa, donde vivía solo. Utilizó el poder de su
piedra para recuperar a una joven con la que estuvo cerca de casarse hasta que
una enfermedad se la llevó. Por desgracia, ella era fría y triste, separada de
él por lo que parecía un velo. Enloquecido, el segundo hermano se suicidó y la
Muerte también se lo llevó.
Sin
embargo, la Muerte buscó durante años al tercero de los hermanos sin éxito.
Sólo cuando él era muy mayor se desprendió de su Capa de la Invisibilidad,
entregándosela a su hijo, y se encontró con la Muerte.