La prostitución de la música

Hoy vengo a hablaros de asesinatos, a contaros la historia de como una de las mas bellas creaciones de la humanidad muere lenta pero inexorablemente. Una historia sobre una traición a una de las mayores representaciones artísticas que nos definen como seres humanos.

La música muere. Un trozo de ella se escinde cada día de su incorpórea existencia y se degrada hasta convertirse en algo que no merece un nombre siquiera.

El inicio de la decadencia, en mi opinión, lo marcó la muerte de Michael Jackson. No digo que no haya canciones tras este acontecimiento que no merezcan la pena, que las hay, digo que en general el nivel músico-cultural ha variado en direcciones en las cuales tildarlas de "música" seria un insulto para esta noble rama artística.

Empezamos con la caída del pop. Incluso antes de la muerte del rey MJ empezaron a manifestarse degeneraciones: Spyce Girls, Back Street Boys, Jonas Brothers.... típicos cantantes clónicos con letras más clónicas aún. Llenas de una carencia de significado, palabras tan vacías como amplias, como llenarse la boca a mordiscos de aire.

Nuevos tiempos, nuevas canciones, pero la misma mierda. Rescatado de los últimos reductos de Internet nació Justin Bieber, un chico joven con una voz femenina muy agradable de oír. Futura promesa o no todo su posible talento fue reducido a polvo. Sus letras, sobre los típicos temas de los que un adolescente hablaría, tan frías, vacías e impersonales que harían al mismo infierno congelarse. Su calidad músical solo comparable a la sensación que produce sentarse encima de un chicle mascado. Justin Bieber. Una cara bonita y una bonita voz fueron los ingredientes que algún productor uso para llenar sus bolsillos y destruirle a vida a un niño que a mi juicio habría estado mejor siendo educado. Se convirtió en un estandarte clavado en el corazón del pop. Millones de mojabragas vivían y morían por el. Gente sin gusto ni criterio que le seguía e idolatraba porque otras personas lo hacían. Legiones de niñas-soldado dispuestas a devorar a quien alzase una sola palabra en contra de su deificado cantante. En común: todas niñas pequeñas incapaces de usar argumentos no-violentos o razonados.

Ganando una fama inmerecida, Justin Bieber fue el paladín que abrió la puerta al surgimiento de nuevos grupos de magnitudes similares, todos acogidos en gran medida por las masas sin cerebro. A este chiquitín maleducado con menos talento que una piedra la fama se le subió a la cabeza. Drogadicto, conductor temerario, intentos te agresión, escándalo público.... estas son tan solo algunas de las cosas que puedes encontrar en Internet si buscas su nombre.

Paralelamente,  (Five Gays) One Direction es otro grupo de igual talento (nulo por si hay dudas) que ha coexistido con el anteriormente citado. No diré mucho de este grupo ya que la única cosa capaz de distinguir sus canciones de las de Bieber es el numero de personas que las cantan. De nuevo música superficial, comercial, usando como cebo a chiquillas con las hormonas disparadas..... nada diferente ni innovador. Un publico invisible para ellos que los trata de nuevo como dioses entre humanos. ¿De verdad lo merecen? ¿De verdad merecen algo que no sea un sonotone para poder oírse a si mismos?

La industria Disney también se encargo de vomitar al mundo sus más preciados talentos. Cuando sus niñitos de papa y mama crecían lo suficiente como para seguir saliendo en sus series, nacía un nuevo ñordo en el mundo de la pseudomúsica. Probablemente en caso mas reciente sea el de la señorita Hannah Montana, actualmente conocida como Miley Cyrus o "la zorra del martillo". Esta dama, antes idolatrada en gran parte por el público infantil tuvo la brillante idea (ya que su música era y sigue siendo una puta mierda) de imprimir un alto contenido erótico a su música. Ya que su calidad no vendía, al menos si lo haría el espectáculo que daba usando su cuerpo como reclamo. Una estrategia interesante sin duda y fructífera pero no muy meritoria. Si alguien se toma la molestia de leer el titulo de nuevo verá que no me lo he sacado de la manga. Voila. Llamadlo como queráis, pero a esto yo lo llamo así.

Resumiendo lo hasta ahora escrito: si no tienes talento pero eres guapo, bienvenido al mundo de la "música". Ídem si estas dispuest@ a lamer un martillo en público demostrando tu calidad feladora.

Dejando el pop a un lado pasamos a los nuevos estilos de sonido emergente. Ni aunque me peguéis un tiro osare nombrarlos como si se tratase de música. No lo son. Son la denigración mas baja a la que una onda sonora puede llegar. Hablo, como no, de reggetón y sonidos electrónicos.

La guinda del pastel, Hay quienes dejan lo mejor para el final, pero este no va a ser el caso. Au contraire. Si quieres reducir drásticamente tu número de neuronas operativas te recomiendo que escuches la basura que voy a nombrar a continuación: reggetón. En el trono de la comercialidad se erige inexplicable e indiscutiblemente el reggetón. La panda de seres cuasianalfabetos y cerebralmente inactivos que compone una amplia mayoría de la sociedad actual ha hecho posible que algo con la calidad artística de un vómito de perro  alcance esta posición. Ritmos básicos y constantemente repetidos sumados a videoclips de gente en un estado de desnudez avanzada y letras cuya temática varia entre sexo, drogas y la exposición de la mujer como un objeto sexual parecen ser una fuente de ingresos para la industria, e incomprensiblemente algo digno de oir para lo cabezas-lavadas. Si escuchas, bailas o toleras el reggetón y osas llamarme machista cuando cuente un pequeño chiste te partiré un palo en la espalda con todos mis respetos. O mejor sin ellos,

Una sociedad que supuestamente promueve: "tolerancia cero al maltratador" y aplaude canciones que dicen "A ella le gusta que le den duro y se la coman" y "Esta medio gordita pero chupa chevere, eso en cuatro no se ve" desde mi punto de vista tiene un problema de doble moral. "Canciones" que promueven el maltrato a la mujer y son toleradas y bailadas por gran parte de las mujeres. Uno podría preguntarse ¿acaso no son conscientes del mensaje de las letras? ¿Tan embotadas están sus mentes por los estupefacientes que no son capaces de discernir su significado? ¿O quizá simplemente las entienden y aún así les resultan graciosas? La gente que escucha reggetón hace que la industria genere más. Y más. Y más. Generando más violencia de género con ello. Y más. Y más. Y más. ¿Como vas a respetar a las mujeres y a tratarlas como iguales cuando estas escuchando constantemente que solo sirven para copular con ellas? En cualquier caso este no es el tema a tratar, pero aún así es un interesante punto de reflexión.

Pasamos por último a la electrónica, un género relativamente nuevo que ha conseguido abrirse un hueco importante en el mercado en poco tiempo. Comercial. Comercial. Puramente comercial. ¿Alguien se atreve a negarlo? Violinistas  que tocan virtuosamente su instrumento mendigando en la calle, apelando a la misericordia de la gente mientras que un tío se lleva millones por manipular una máquina. ¿Dónde quedo hacer música por amor al arte? ¿Dónde quedo la innovación? ¿Dónde el afán de creación de mundos nuevos a través de la magia del sonido? ¿Cuando empezaron todas las canciones a ser iguales? Tú llénales los bolsillos, es todo lo que quieren de ti.Se igual que el resto y escucha la misma música que el resto. No pienses por ti mismo, podría ser peligroso.

Comprendo que un artista tiene que vender para comer puesto que se dedica a ello. Pero nadie debería crear con el propósito de vender, sino con el de ser escuchado. Tener un diamante y venderlo no es algo malo, y  querer crear un diamante para poder venderlo tampoco es algo estrictamente malo, pero existe una gran diferencia entre ambas opciones. Independientemente de esto, la comercialización (y prostitución) de la música es un insulto y una denigración flagrante para el concepto de música. No todo el mundo tiene la capacidad de ser un músico, ni de ser un gran cantante o compositor, pero esta demostrado que cualquier payaso tiene la capacidad de sin esfuerzo  y con la suficiente tecnología (y dinero) de hacerse escuchar y venderse a gran número de oyentes. La creación de cualquier arte es algo que requiere ciertas habilidades y esfuerzo, y sobre todo innovación. Cada canción es (o debería ser) única y distinta. Por muy buena cámara que tengas nadie comprara la foto de un Picasso por el incalculable valor de la obra, porque cualquier idiota sabe pulsar un botón.