No importa la cantidad de cosas que pueda perder una persona, antes de su muerte (a la cual podríamos equiparar para su mejor comprensión a una depresión mayor, donde, lo que muere por así decirlo es el alma) mientras le quede la mínima oportunidad de esperanza que lo sustente continuara luchando independientemente de la actitud que exhiba.Muchas personas, más de las que comúnmente se creen sufren en menor o mayor grado alexitimia, que se define como una incapacidad manifiesta para etiquetar las propias emociones. Muchos se encuentran mal y no pueden explicar que les ocurre, o sonríen como idiotas sin ser capaces de definir el motivo. Esto puede ser un problema considerablemente grave, ya que si alguien no sabe como etiquetar sus emociones, tampoco va a ser capaz de encontrarle soluciones a sus conflictos internos.
Aquí es donde entra en juego lo que podríamos llamar el "comercio del miedo". Miedo y esperanza forman una preciosa y peligrosa combinación. La esperanza sustenta al miedo y este aferra sus raíces en los cimientos de la esperanza. Cuanto más pequeña es la esperanza mayores son las raíces con las que el miedo se ancla, y poco a poco resquebraja hasta desmoronarla, y mas fácil es convertir a una persona en un muerto en vida.
La esperanza nos engaña con su cruel reflejo prometiéndonos un mañana mejor, no importa cuán difícil sea el camino. La esperanza promete recompensarnos gratificantemente por todas nuestras penalidades. Despertad bellas durmientes, no será así. No al menos en la mayoría de los casos.
Ellos nos ofrecen esperanza a unos precios muy caros, que nosotros en nuestra mayoría estamos dispuestos a pagar sin comprender cuanto realmente nos va a costar. Nos ofrecen trabajos donde nos prostituimos ocho horas diarias, a veces más, a cambio de un salario que en la mayoría de las ocasiones no justifica ni una fracción del esfuerzo invertido, No solo somos putas, sino que ademas estamos mal pagadas. Ellos crean un problema que alimenta nuestro miedo para más tarde ofrecernos una solución esperanzadora, y nosotros doblegamos las rodillas ante sus titánicos egos sedientos de poder y les juramos sumisión por otros cuatro años más. Reyes sin corona quieren a un pueblo atenazado y sus herramientas son nuestras esperanzas y miedos. Nos han hecho ser parte de un sistema que NO hemos pedido, nos han hecho seguir unas normas que NO hemos elegido, nos han tratado como muñecos de trapo, inútiles, inservibles e irrisoriamente baratos.
Diréis que nosotros, el pueblo "libre" es quien gobierna, Meteos por el culo vuestra democracia de espejos. La democracia no existe. ¿Quien de vosotros ha participado en la creación de la Ley Mordaza? ¿Quien de vosotros fue preguntado sobre el rescate a los bancos? ¿Quien de vosotros ha participado en algo que no sea, cual analfabeto, hacer una cruz en un trozo de papel? ¿Quienes son ellos para meter nuestra libertad en sus urnas?
Ellos juegan a hacernos creer que les necesitamos. Juegan a hacer que no podamos concebir un mundo sin ellos. Nos engañan con la absurda idea de que todo funciona por ellos, de que ellos son dioses omnipotentes con capacidades fuera de nuestro alcance. ¿Quien les ha pedido que estén ahí? Ni siquiera nos dan opción de decirlo. Lo único que nos dejan es la opción de elegir con que bota nos van a pisotear: con la derecha o con la izquierda. Y eso es lo que el "pueblo llano" entiende por libertad. Un mundo donde la esperanza de escapar de tus miedos es mayor que el miedo a no tener esperanza.
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