En defensa del humor negro

A todos nos gusta reírnos. El humor es la herramienta que ayuda a los seres humanos a soportar los yugos de sus esclavitudes cotidianas. Nace cuando un desacuerdo social pasa a un plano superior. Quizá no me equivoco al juzgar al humor como la forma más sublime capaz de adaptar la inteligencia humana, la capacidad de oprimir lo absurdo y los sinsentidos que nos otorga la existencia y su consciencia. Hay muchos tipos de humor, tantos como tipos de personas: desde el humor más sutil propio de las mentes mas afiladas, aderezado con unas gotas de sarcasmo o ironía y (porque no decirlo) una pizca de maldad, hasta el humor fácil carente de todo merito artístico. Por supuesto los parámetros que limitan el paso de un lado a otro de la gama son tan personales que entrar a juzgarlos seria una imperdonable perdida de tiempo, pero me atrevo a afirmar que el nivel de inteligencia de una persona puede conocerse observando los matices de su sentido del humor.

Hoy vengo para hablaros de la joya de la corona: el humor negro. Entre la infinidad de ramas y variantes del humor, el humor negro es una exquisita perla para los paladares mas exigentes. No por su dificultad, pues cualquier patán podría reír un chiste así sin mucho esfuerzo, sino por el proceso mental de quienes verdaderamente lo entienden. La diferencia es que el patán te reirá el chiste por su contenido, mientras que el oyente inteligente primero se asombrara, luego valorara la malicia necesaria para su elaboración y complejidad y después reirá lamentando que no se le haya ocurrido a él.

Es cierto que este humor no es ni entendido ni aceptado por un gran numero de personas. Tachan de crueles a quienes se atreven a ejercerlos y nos lanzan miradas que harían a José Bretón estremecerse de miedo. Es irónico. No es como si los chistes fuesen culpa nuestra, tan solo somos los mensajeros y por ello piden nuestras cabezas. Es comprensible.

Somos nosotros quienes les recordamos la realidad.
Somos nosotros quienes como agujas afiladas penetramos en las burbujas que protegen sus realidades.
Nosotros somos los mensajeros del hambre en Etiopía.
Nosotros somos los niños-soldado en Somalía.
Nosotros somos los recuerdos de los seis millones de judíos caídos en el holocausto.
Nosotros somos los que indignados levantamos las manos señalando a quien agrede a otro ser humano por considerarlo inferior.
Nosotros somos los niños violados por aquel cura en el nombre de Cristo.
Nosotros somos esos bebes, que cada día mueren en el mundo, esos enfermos que caen por enfermedades creadas por su propia especie.
Nosotros somos quienes ardientes de ira portamos el reflejo de la humanidad.
Llámame monstruo. Llámame cruel. Llámame lo que quieras por recordártelo. Quizá tu seas el monstruo, el cruel, por querer olvidarlo. Quizá tu lo seas por querer aniquilar el recuerdo de esas vidas caídas que nosotros mantenemos vivas mediante el humor negro. Quizá no olvidar sera la única forma de no volver a caer en errores pasados. Y nosotros nos encargaremos de ello.

¿Machista por contar un chiste de mujeres? ¿Racista por contar un chiste de negros? No señor. Machista yo no. Ni racista. Machista y racista la sociedad y todos los que deciden ignorar las realidades sociales. Si vives en una sociedad xenófoba y no te gusta haz algo para cambiarlo. Esta es mi herramienta para hacerlo ¿cual es la tuya? Plantéatelo. ¿Quien hace mas, tu con tus absurdos lloriqueos cuando escuchas mis chistes y tu preciosa y absoluta indiferencia el resto del tiempo, o yo con mi inconstante e incesante bombardeo de información negativa en forma de humor negro?

Quizá te sientas mal cuando escuchas un chiste de humor negro. Blablablabla eres un insensible blablabla. Yo me siento mal cuando me informan de que un niño muere en guerras cada 15 segundos. Ahora cierra los ojos y cuenta hacia atrás. ¿Cuantos habrán muerto en el tiempo que has tardado en leer esto? ¿Te sientes mal? Ellos ya no sienten nada. Y por eso asumimos como misión recordároslo de una forma que os marque. Nosotros, los verdaderos paladines del humor negro, somos políticamente incorrectos, porque ello es necesario para desempeñar nuestra misión. Quizá no somos los héroes que necesitáis, pero si los que merecéis.

No espero hacer cambiar de opinión a nadie, pero torres mas altas han caído. Como las Gemelas.

Contad hasta 15 antes de iros a dormir. Buenas noches a todos.


1 comments:

Anónimo dijo...

He leído este post porque me lo recomendó un colega, lo único que saco de aquí es que tienes mucha imaginación y que redactas de forma esquisita. Ahora bien, ni paladín del humor ni que el Humor Negro solo es asequible a mentes virtuosas, por favor, es de mal gusto hacer bromas sobre tragedias y una falta de sensibilidad enorme, porque lo único a lo que aspiráis los paladines del Humor Negro es a echaros unas risas, ni recordar ni leches, no me jodas, lo has camuflado todo con una capa de teatralidad como si fuera un arte.